Cicumba

El rey o cacique Cicumba del pueblo Tolupán de Ticamaya, opuso una fuerte resistencia a las fuerzas españolas, luchó principalmente contra las fuerzas de Pedro de Alvarado en 1536, sin embargo algunas crónicas relatan que su resistencia contra la conquista se remontan desde hace varios años atrás, desde la llegada de Cristóbal de Olid enviado por Hernan Cortes.

Historia

Nace en el norte de Honduras, supuestamente en las cercanías de laguna de Ticamaya donde había un asentamiento de nativos Tolupanes. Pedro de Alvarado luchó junto a 80 españoles y 300 indígenas en la zona del río Ulúa y el valle de Sula, se cree se enfrentaron donde hoy se encuentra Cerro Palenque uno de los tantos sitios arqueológicos de la actual Honduras. Durante su campaña para resistir las fuerzas de los conquistadores españoles recibió el apoyo del ex marino español ahora jefe Maya, Gonzalo Guerrero cuando este se enfrentaba a las tropas del capitán Lorenzo de Godoy en el valle para ayudarle con cincuenta canoas. Sin embargo este moriría el mismo año en el valle inferior del Río Ulúa, donde hoy se encuentran las ciudades de San Pedro Sula y Puerto cortes.

La resistencia organizada habría durado desde el desembarco de la primera armada de Cristóbal de Olid, en Triunfo, el día de la Cruz de 1524, pasando por el asalto y la destrucción del Puerto de Natividad, hasta 1536 cuando, según la historia que venimos reproduciendo de los cronistas y una relación de Alvarado, se escenificó una gran batalla y los ejércitos españoles triunfaron en Palenque, sobre las tropas salvajes del Rey Cicumba, entonces el más poderoso rey del Valle, auxiliado por Gonzalo de Guerrero, un aventurero español, transformado en príncipe maya después de su naufragio, su esclavización y su ascenso a capitán de guerra y matrimonio con la hija de un Ahau de Chetumal. («Miren qué tonterías viene este loco a decir», dice Bernal que dijo la Señora, cuando expulsó de su casa a empellones al falso clérigo casi igual de asimilado -Aguilar- que lo buscaba, para que huyera con él y se sumara a la expedición de H. Cortés, que esperaba por ellos en una laguna, imagino que por Bacalar y que lamento a Guerrero como un traidor). Hay descripciones del cadáver del heroico Guerrero tirado inerme sobre el campo de batalla, completamente tatuado, ¡Curioso que aquí, donde el monstruo de la tierra bebió su sangre, no tenga un monumento, porque en Yucatán hay muchos, celebrando la ayuda decisiva que les dio a los mayas para expulsar a Montejo en el 1535.

No aparece en el papel moneda de Honduras y no por falta de méritos. El cacique tolupán Cicumba fue el líder de la resistencia indígena que guerreó contra los españoles durante una década.

Ningún otro cacique resistió tanto como Cicumba. Ninguno le hizo más daño a las huestes conquistadoras. Sin embargo, sus hazañas no son tan estudiadas en las escuelas sin que haya para ello explicación aparente. Su nombre parece haber sido opacado por el del cacique Lempira.

Su resistencia fue ampliamente documentada.
Durante mucho tiempo se dudó de la existencia de Lempira. Sin embargo, su nombre “Elempira” aparece en la probanza de méritos del español Rodrigo Ruiz. En dicha probanza el soldado enumeraba sus hazañas de conquista. En la misma asegura haber asesinado al cacique Lempira en una pelea cuerpo a cuerpo.

Contrariamente, son muchos los documentos donde aparece documentada la vida y hazañas de Cicumba. “Çoçumba”, “Çiçumba”, “Soamba”, “Joamba”, “Socremba” son los nombres con los que fue conocido por los conquistadores. Así aparece en el Archivo General de Indias sobre la conquista de Centroamérica.

El señor de Ticamaya
“El que le ha hecho a los cristianos todos los daños”, señala la crónica española. Conocido como El señor de Ticamaya, Cicumba se volvió la pesadilla de los españoles.
Hernan Cortés fundó el poblado llamado la Navidad y Cicumba lo atacó hasta reducirlo a cenizas en uno de sus múltiples ataques. Puerto Caballos (ahora Puerto Cortés) nunca estaba a salvo de sus escaramuzas. Fue el líder que unificó las poblaciones del Valle de Sula. Sus hazañas datan desde 1526 hasta su muerte en 1536, un año antes que Lempira.
Cicumba asesinó españoles por montones, entre ellos capitanes. Se dedicaba a saquear sus asentamientos.

La batalla de las canoas en el río Ulúa
Una de las estrategias de Cicumba fue colocar una empalizada de estacas sobre el río Ulúa. De esta manera podía controlar la entrada y movimientos de los españoles. Desde lo alto colocaba arqueros y así logró resistir los intentos de los españoles de penetrar en los territorios del interior de Honduras. Por la noche, cuando los soldados enemigos dormían, Cicumba y los suyos los atacaban por sorpresa.

Por otra parte, don Pedro de Alvarado, alias El Adelantado, fundador de San Pedro de Puerto Caballos (hoy San Pedro Sula), atacaba por tierra y por agua. Lograba capturas de indígenas y los mutilaba para mandarle mensajes al cacique.
Pero Cicumba recibió el apoyo de 50 canoas llegadas desde Yucatán, de esta manera se vio fortalecido. A causa de ello Pedro de Alvarado recibió el apoyo de indígenas de Guatemala. En la batalla definitiva hubo un promedio de 80 canoas en las aguas del Ulúa. Los españoles habían armado las suyas con artillería y lograron penetrar la columna de estacas de la resistencia indígena.

Esto representó el fin de Cicumba, quien se presume murió por un disparo de arcabúz. Con su asesinato los españoles tenían casi asegurada la pacificación del territorio hondureño, pero no contaban con que un año después, aparecería un indígena del pueblo lenca llamado Lempira.

Por: Russell Sheptak
 

 

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